"Más grande, más fuerte, más rápido."
Esa es la frase insignia que nació un día por allá por los años
cincuentas, junto con la aparicicón de los deportes-show, de las ayudas
ergogénicas y del deporte como una institución "profesional", como un
trabajo de 40 horas semanales.
Por otro lado, las industrias alimentaria y farmacéutica crecían exponencialmente cebadas por las naciones de posguerra.
Los medios masivos de comunicación corrían la misma suerte: más grandes, más fuertes y más rápidos.
Y un día ya no supimos dónde estaba el límite entre la salud y el
rendimiento deportivo, entre el juego y la responsabilidad de tener que
rendirle cuentas a un sponsor, a un entrenador o a una nación entera.
Volvamos a jugar, volvamos a movernos para sentirnos bien, no para superar a un adversario.
Ni siquiera es necesario que rindas más que ayer, los factores
influyentes hoy en día son infinitos y a veces simplemente no es posible
'dar más' que ayer.
Tu único objetivo debería ser moverte con
alegría, conectarte con la naturaleza, tener un momento de desconexión
del mundo civilizado, de las "responsabilidades", entablar relaciones
sanas con compañeros...
En definitiva, parecerte un poco más a un ser humano.
Ese debería ser el verdadero objetivo y nada mejor para lograrlo a través del #MovimientoNatural, de la #ComidaDeVerdad y del #PensamientoCríticoyLibre,
sin ataduras dogmáticas. Cuando busques el verdadero fin, los demás
ítems en tu agenda (¿y si mejor quemás la agenda?) como bajar de peso,
aumentar la masa muscular, verse mejor al espejo o mejorar capacidades
motoras, vendrán por añadidura.
-Tomado de PrimalTraining